El
ser luminoso es para el cielo, he aquí que el Faraón ha salido al día.
en
la forma verdadera de un ser luminoso vivo. El destino de este ser
luminoso,
simbolizado por una espléndida ave, el ibis con copete, cuya cabeza parece
coronada con una especie de nimbo, es así claramente afirmado y puesto en
relación con la vida celestial. La creación del ser de luz es indisociable de
la del verbo: Sales a la voz, ella te vuelve lu-minoso: y lleva inherente también la
voluntad de transmutación, pues-to que al Faraón se le dice: Vuélvete luminoso, ven a la
existencia, sé
alto
sé luminoso; y ello porque el Principio creador vuelve al rey lu-
mino
so en el interior de él que no muere. Al Faraón se le
concede
una plena capacidad de luz que no dilapida. Por eso vive en ese estado
luminoso, y su sucesor en la tierra no podría ser, tampoco él,
sino
un ser de luz.
Este
último es grande (aa), poderoso (pehty), imperecedero (ijem-
sek)
y
equipado (aper):
«ser
luminoso equipado», el Faraón puede re-
clamar
la mutación (jeper), expresar una palabra de luz y reunir a los se
res
de luz. El Faraón se desplaza en tanto que ser luminoso, atraviesa el
espacio
en compañía de sus semejantes y se mueve detrás de su aj para dominar los vientos.
.....
El
origen de los dioses
Jacq
El
ser de luz tiene una región predilecta: la región de luz (ajet). El Faraón es un ser
luminoso en la región de luz, es un ser luminoso en su
nombre
de región de luz de donde la luz divina (Ra) sale cada día; y los
dioses
de esta región celeste hacen que el Faraón sea un ser luminoso en-
tre
los seres luminosos.
El
ser luminoso del Faraón sale así de la duat, la matriz estelar, y se le
dice: Te
conviertes en un ser de luz que reside en la matriz estelar, vi
ves
de esta dulce vida de la que vive el señor de la región de luz.
Ser
de luz a la cabeza de los dioses, el Faraón imparte órdenes en tan
to
que aj
que
es suyo, porque los dioses han ordenado que así sea. ¡Cuan
perfecta
(hotep) es tu condición!, se proclama; tu ser de luz. Faraón, está
entre tus hermanos los dioses. Los dioses están dotados de un ser de luz, el
Faraón ve que ellos son luminosos, v él es igualmente
luminoso.
Varias
divinidades participan de la creación del ser de luz del Faraón, comenzando por
Ra. la luz divina: Ra vuelve luminoso a ese rey que re-cibe su ser de
luz a la cabeza de los dioses, como Horus, hijo de Isis. Le da su ser de luz
que se encuentra entre los vigilantes de (la ciudad san-ta de) Pe.
Para
convertirse en un ser de luz, es menester oír la palabra de Horus, el cual
vuelve luminoso al Faraón, más luminoso que los seres lumino
sos,
a una orden del mismo Horus. Ese dios actúa para que el Faraón sea
un
ser luminoso a la cabeza de los seres luminosos, un ser luminoso que
Dios
ha traído al mundo, que los dos dioses han traído al mundo.
Es
Geb, el dios de la tierra, quien despierta al ser luminoso para el
Faraón
y
dice a Osiris reencontrado: ¡Levántate, ser luminoso, y habla!
..Christian Jacq. El origen de los dioses
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