miércoles, 26 de junio de 2013

Expedición a Punt; Manuel Delgado

Expedición al País de Punt en el reinado de Hatshepshut
La reina Hatshepshut (Dinastía XVIII, Imperio Nuevo) era hija de Tutmosis I y esposa de Tutmosis II. A la muerte de este (ca. 1479), ocupa el poder debido a la corta edad del hijo de ambos, el futuro Tutmosis III. El verdadero papel de la reina durante estos años ha sido una cuestión debatida, especialmente desde el momento en que la iconografía y los textos oficiales la presentan como faraón, probablemente como representante de un grupo de poder que habría depositado en ella sus intereses políticos.
El gobierno de Hatshepshut significa un cambio en la orientación política de la dinastía, que hasta entonces se dirigía hacia el control político-militar de la franja Sirio-Palestina y que ahora parece centrarse en otras empresas de carácter económico. En este contexto, la expedición al País del Punt es un episodio destacado de la proyección del comercio exterior. La ruta se realizaba a través del Wadi Hammamat hasta el Mar Rojo y desde allí hacia el sur, hasta algún lugar no totalmente identificado hoy (se discute si estaría en la costa africana o en la arábiga), desde donde Egipto traía incienso y otros productos de lujo, mencionados en el texto. El viaje se plantea como una empresa de estado, reforzada por un contingente militar que demuestra las dificultades de realizar un comercio seguro con aquella región.
Al alcanzar Tutmosis III la edad de gobernar, asume el poder, iniciando con más fuerza la política agresiva en oriente, con un cambio radical en las prioridades políticas que respondería sin duda a los diferentes apoyos del monarca con respecto al reinado de su madre. (Pilar González-Conde).
     «El Horus "Poderosa de Ka", las Dos señoras "Fresca en Años", Horus de Oro "Divina de Apariciones", Rey del Alto y Bajo Egipto Maat-Ka-Re, imagen [sagrada] de Amón, que quiere que ella permanezca sobre su trono. Él ha hecho florecer para ella la herencia de las Dos Tierras, el reino del Sur y del Norte. El le ha dado lo que el sol envuelve, lo que encierra Geb y Nut. Ella no tiene enemigos entre los sureños; ella no tiene enemigos entre los norteños. El cielo y todos los países que creó el dios trabajan por entero para ella. Vienen a ella con el corazón lleno de temor, sus jefes con las cabezas inclinadas, con sus presentes sobre sus espaldas. Le presentan a ella sus hijos, para que se les llegue a dar el hálito de la vida, a causa del poder de su padre Amón, que ha puesto todas las tierras a sus pies.
     (El oráculo) El soberano mismo, el rey del Alto y Bajo Egipto Maat-ka-Re. La majestad de la corte suplicó ante las gradas del señor de los [dioses]. Una orden se escuchó desde el gran trono, un oráculo del mismo dios: debían abrirse las rutas hacia el Punt, debían ser atravesados los caminos hacia las Terrazas de la Mirra: "Conduciré el ejército por tierra y por mar para traer las maravillas de la Tierra del Dios, para esta deidad, para la que creó su belleza". Se actuó de acuerdo con todo lo que había ordenado la majestad de este dios, según el deseo de su majestad, para que se le dé vida, estabilidad y dominio como Re, eternamente...
     (Inscripciones que acompañan a los relieves)
     (Partida de la expedición) "Navegando por el mar, comenzando el buen camino hacia la Tierra del Dios, navegando en paz hacia el País del Punt, por el ejército del señor de las Dos Tierras, de acuerdo con la orden del señor de los dioses, Amón, señor de los tronos de las Dos Tierras, que está al frente de Karnak, para traerle las maravillas de todos los países, porque él ama grandemente al rey del Alto y Bajo Egipto [Maat-ka-Re]..."
     (Desembarco en el Punt) "[Llegada] del Emisario Real a la Tierra del Dios, junto con el ejército que le acompaña, ante los grandes del Punt, enviado con todos los buenos productos de la corte, v.p.s., para Hathor, Dama del Punt, a causa de la vida, prosperidad y salud de su majestad."
     (Los nativos del Punt se acercan) "Llegada de los Grandes del Punt, inclinándose, con la cabeza gacha, para recibir a este ejército del rey. Entonan alabanzas al señor de los dioses Amón-Re... Ellos dicen, solicitando la paz: '¿Por qué habéis llegado hasta aquí, hasta este país que la gente desconoce?, ¿habéis venido por los caminos del cielo?, ¿habéis navegado sobre las aguas, por la tierra y el mar de la Tierra del Dios? ¿Habéis marchado (por el camino) de Re? (Con respecto) al rey de Egipto, no hay ruta hacia su majestad, para que nosotros (podamos) vivir por el aire que da'"...
     (Los barcos se cargan con las mercancías del Punt) "Cargando los barcos pesadamente con las maravillas del País del Punt: todas las buenas maderas aromáticas de la Tierra del Dios, montones de resina de mirra, jóvenes árboles de mirra, ébano, marfil puro, oro verde de Amu, madera de cinamomo, madera-hesyt, incienso-ibemut, incienso, pintura de ojos, monos, babuinos, perros, pieles de pantera del sur, y (en fin) siervos y sus hijos. Jamás se trajo nada igual a esto para ningún (otro) rey desde el principio del tiempo."
     (La vuelta a Egipto) "Navegando, llegando en paz, viajando hasta Tebas con el corazón alegre, por el ejército del señor de las Dos Tierras, estando los Grandes de este país tras ellos. Ellos han traído aquello cuyo igual no fue traído para ningún otro rey, a saber, las maravillas del Punt, a causa del poder de este augusto dios, Amón-Re, señor de los Tronos de las Dos Tierras".»
Versión de José Miguel Serrano Delgado, Textos para la historia antigua de Egipto, Ed. Cátedra, Madrid, 1993, pp. 118-119.

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