viernes, 22 de junio de 2012

Sexualidad en el Antiguo Egipto

Hola a todos, rescato este artículo de El país que tenia en una carpeta en mi pc , a ver que os parece
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¿Cómo eran los egipcios en la cama? Una comunicación en el Congreso Ibérico de Egiptología pone sobre el papel el controvertido tema de la sexualidad en la época de los faraones


Tenemos una idea tópica de la sexualidad del antiguo Egipto que se basa en buena parte en los pasajes libidinosos del Sinuhé de Mika Waltari -Nefernefer desnuda en el estanque-, en el rotundo escote de la voluptuosa Cleopatra de Elizabeth Taylor y en las novelas de Terenci Moix, donde no es raro que un esclavo aspire a libar en la flauta del faraón. Incluso los filmes de momias tienen un componente erótico -recuérdese el concupiscente papel de Patricia Velásquez como la sucintamente vestida Anck-su-namun en The mummy II-. Apoyada en ingredientes como ésos, ha prevalecido la idea popular de que la civilización de la época de los faraones tenía, en extraña combinación con la obsesión por la muerte y el más allá y un sentido sumamente espiritual de la existencia, un alto componente de lascivia e impudicia, como atestiguarían, por otra parte, las imágenes arqueológicas de bailarinas semidesnudas, princesas con ropas transparentes y dioses itifálicos
Pero ¿cómo eran en realidad los antiguos egipcios en ese aspecto tan íntimo de su cultura?, ¿cómo eran, por decirlo de forma abierta, en la cama? ¿Una gente tórrida como su clima? Resulta difícil meterse en las alcobas de un pueblo desaparecido y el tema ha sido muy poco tratado, a lo que no es ajeno el puritanismo de una disciplina que ha estado en manos de los egiptólogos anglosajones. Existe una monografía canónica, Sexual life in ancient Egypt, de Lise Manniche (1987), y en nuestro país un desenfadado libro, con mucha información, del doctor en Historia Antigua por la Complutense José Miguel Parra Ortiz, Vida amorosa en el antiguo Egipto (Aldebarán, 2001). En todo caso, el dibujo que aparece a través de los escasos indicios ofrece una realidad muy distinta al cliché popular.

Ante la escasez de investigaciones en este terreno, resulta muy interesante la que está realizando en la actualidad el estudioso catalán Marc Orriols sobre la iconografía erótica del antiguo Egipto y que ha presentado en el II Congreso Ibérico de Egiptología, clausurado el viernes en La Laguna (Tenerife) y en el que, bajo los auspicios de la Universidad de La Laguna, su Centro de Estudios Africanos y el Instituto de Astrofísica de Canarias, se ha dado cita la crème de los egiptólogos españoles. Orriols, que trabaja básicamente con la época del Imperio Nuevo, se ha centrado en el análisis de la cópula a tergo que aparece especialmente representada en los famosos ostracas (fragmentos de piedra caliza con bocetos informales dibujados) y grafitos del poblado de constructores de tumbas de Deir el Medina. A tergo? "Bien, por detrás pero por vía vaginal", explica el investigador con el tono más neutro de que es capaz. "Disponemos de muy pocas representaciones de la cópula humana en la iconografía egipcia y la que aparece con más frecuencia es esa posición con el hombre penetrando a la mujer así. Eso ha llevado a suponer que se trataba de una práctica habitual, quizá la forma característica de hacerlo en el antiguo Egipto".

El antes citado Parra es, precisamente, uno de los que sostienen, en su libro, que los egipcios tenían esa inclinación (y valga la palabra). "Sin embargo, cuando me puse a estudiar el tema", dice Orriols, "me sorprendió que en el célebre análisis de la conducta sexual de 190 culturas humanas de Beach y Ford (Patterns of sexual behavior, 1955), no aparecía ninguna en la que fuera preponderante la cópula a tergo. ¿Por qué iba a ser una posición canónica entonces en el Egipto faraónico? Creo que hay que buscar otras explicaciones, otra forma de ligar cultura y práctica. Mi idea es que esas representaciones no plasman en realidad cópulas a tergo sino en su mayoría sexo anal".

Orriols considera que se trataría no de escenas sensuales sino de algún tipo de humillación, de demostración de poder sobre el partenaire (la sodomización lo era en el Egipto faraónico; pasividad = debilidad) y que los protagonistas serían ambos masculinos en una proporción mayor de lo que parece.

Entonces, si los egipcios no lo hacían mayoritariamente a tergo, ¿cómo lo hacían? ¿Tenían alguna preferencia? "La verdad es que no lo sabemos", reconoce Orriols. "Lo que es significativo es lo poco que aparece el acto sexual en general en el mundo egipcio, antes de la época grecorromana. Disponemos de una relativamente abundante iconografía en lo referente al acto sexual entre divinidades pero poquísima en el ámbito humano, poco más de una treintena de cópulas en total". Ciertamente, los egipcios contaban en su panteón con el dios Min, en perpetua erección; Hathor podía ser bastante desinhibida, y Geb y Nut y Osiris e Isis (cada pareja por su lado) lo hacen de manera recurrente en imágenes por todo Egipto. Pero se trataba de coyundas sagradas.

En cambio, del ámbito privado, cotidiano, explica Orriols, "tenemos muy poca cosa, los ostracas, algún grafito como el de Uadi Hammamat. Y tenemos el excepcional papiro erótico de Turín, de época ramésida, en el que aparecen dibujadas una serie de encuentros sexuales muy explícitos entre hombres mayores con grandes penes y mujeres jóvenes en lo que se ha interpretado a menudo como escenas de un burdel". En el papiro hay nueve escenas de cópulas, tres por cierto a tergo. "Los rasgos de hombres y sus desmesurados miembros y las posturas acrobáticas de las mujeres sugieren que estamos ante una pieza satírica, pero la verdad es que no conocemos el propósito del papiro, que es un ejemplar único".

Parra, que también ha participado en el congreso -con una comunicación sobre un asunto tan de actualidad como la violencia doméstica (pero en el contexto del antiguo Egipto)-, opina que el papiro de Turín podría recoger el recuerdo de un personaje de sus vivencias en un lupanar, encargado por él para su solaz personal.

Aparte de la cópula a tergo, está acreditada en Egipto la posición del misionero, pero "sólo en dos escenas, una de ellas dudosa" (?), dice Orriols. La otra, con una chica en la cama y un hombre arriba penetrándola, "parece ser un determinativo", un signo de la escritura jeroglífica y no una imagen erótica propiamente dicha. También existe alguna representación de lo que parece sexo en pie. En los textos asoman algo de fetichismo, algunas alusiones a pedofilia, chaperismo y zoofilia. Poco más. Nada que se pueda comparar a la proliferación de escenas sexuales en Grecia o Roma (piénsese en la desvergonzada Pompeya). La felación no está documentada aún -si exceptuamos que algún dios muy elástico se la hacía a sí mismo-, mal que le pudiera pesar al querido Terenci.

¿Eran pues un pueblo pacato los egipcios? "En contra del cliché, yo creo que sí", señala Orriols. "Eran explícitos en textos sagrados pero no, en general, en los profanos. Si no existiera alguna especie de tabú, la cópula aparecería representada gráficamente de manera más abundante y oficial. Por ejemplo, en el contexto funerario". La fama de descocados de los egipcios "les viene de las fuentes clásicas grecolatinas que imaginaron Oriente como lugar de lujo y lujuria". La propaganda romana contra Cleopatra, tachándola de libertina, también puso su grano de arena. "Los egipcios iban poco vestidos por el calor y el desnudo es habitual en la representación de los trabajadores. Eso puede resultar erótico para nosotros pero seguramente no lo era para ello. Sucede lo mismo con las transparencias de los vestidos. Quizá la marcada sexualización de las mujeres tenía algún significado relacionado con la fertilidad más que con el erotismo". Todo ello no quiere decir que para los egipcios el sexo tuviera connotaciones pecaminosas en el sentido judeocristiano. El acto sexual con penetración -follar, vamos- no presentaba, según explica Lynn Meskell en su estupendo Private life in New Kingdom Egypt (2002) connotación ninguna, ni positiva ni negativa. Se lo denominaba nk. Así que ahí queda el término, para seguir dándole vueltas.

La verdad es que muchas posturas que aparecen en el papiro de Turin no deben de ser muy cómodas




fragmento del papiro de Turin 


 Basándonos en el Papiro de Turín, y en un papiro datado en el siglo XVI a.C. perteneciente a una colección privada, empezamos con las posturas.

"La mujer que sueña que es una diosa de los cielos e invierte su posición, y el hombre es como una nube, será amada por su marido".

Curiosos los casos en los que la amenaza sobre alguien es la de violación, ya sea de la misma persona o de su familia. Es que hay varios csos en los que se recoge la palabra "asno" como el sujeto que cumplirá la violación.
Se han encontrado muñecas de la fertilidad en muchas tumbas.
La muñeca de la figura no tiene piernas y su forma es ancha en la parte inferior del cuerpo. Normalmente las cabezas es muy pequeña y los brazos muy finos y cortos.




Muñeca de la fertilidad
200-180 antes de C

La figura de Taweret está dibujada en la parte de los genitales.






Otro aspecto a considerar dentro de la sexualidad es el uso de afrodisiacos: mandrágora, lechuga.. etc


las sirvientas estaban a disposición de sus "amos", es decir eran algunas de ellas concubinas obligadas por las circunstancias o incluso "compradas" para ese fin.

 




escena erótica dibujada sobre cuero
Metropolitan Museum

 


http://www.digitalegypt.ucl.ac.uk/memphis/erotic.html


 

http://www.thekeep.org/~kunoichi/kunoichi/themestream/sexuality.html


 ENGENDRAR



Como se puede apreciar en el jeroglífico para expresar la palabra "engendrar" se dibuja un polluelo, dos panes y el falo ( que es un determinativo).
wtt

 

sn/sen y como podemos ver tiene los signos de la flechita, el agua y la cara de perfil. Con respecto al rostro representado de esta manera Smile es un determinativo genérico que esta presente cuándo se expresa "alegria".



La palabra seducir i3mt/iamet es la siguiente Smile


Observamos que consta de los signos de un árbol, un búho, una rebanada de pan, un papiro sellado y 3 bastones.
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 Love and Sex in Ancient Egypt: Racy Poems From the Amarna Era
One of the most unusual presentations on Egyptology that I’ve seen in awhile took place at the Egypt symposium in Toronto recently. Professor Emeritus Vincent Tobin, of St. Mary’s University, has been translating and analyzing Late Egyptian love poems, and finds that they reveal a rather risqué side to Egyptian life.

“The Egyptians were well aware of the more salacious aspects of love,” said Tobin. “For the Egyptians sexuality is part of human nature.”

He read a number of examples to the audience, which offer a unique insight into the sex lives of the ancient Egyptians:

I shall lie down in my house and pretend illness. Then my neighbours will come by to visit me and my beloved will come with them. She will send the physicians away. For she alone understands my illness.

Just a little suggestive!

My desire is still not quenched by your love my wantent little jackelcup... They tried to beat me and drag me away I will not heed their warnings to avoid the women whom I desire.

The professor added that he doesn`t think it was the lady who ordered the beating.

One interesting aspect of this poetry is that Egyptian women got in on the act as well – and they were as risqué as the men:

If I am not beside you, where will set your desire? If you do not embrace me and seize the moment then whom will you embrace for your pleasure? But if you woo me to touch my breasts and my thighs....


"As for what my beloved has done to me. Can I keep silent still? To leave me standing at the door of her house while she went inside!" Here’s another:

I saw my lover in his bed and my heart was more than happy, we said to each other I should never part from you, with my hand in yours I shall wander with you through all the choice places.

But, there are cases where the lady tells the man where to go:
As for what my beloved has done to me. Can I keep silent still? To leave me standing at the door of her house while she went inside!

“Poor guy,” Tobin said.

Another interesting point is that crocodiles seem to be a part of Egyptian chivalry – just read this piece:

The love of my beloved is on yonder shore. But the Nile would engulf my whims, for the waters are mighty at the time of the flood and a crocodile lurks in the lake. But I shall go down into the water and plunge into the waves, my heart is fearless on the flood and I find the crocodile as tentive as a mouse.

And some Egyptians, well – read this piece:

It will be for me a spell against the water for I see my heart, my beloved standing right before my face... My arms open wide to embrace her and my heart is joyful in my breast... You’ll be to me like eternity... her lips open wide as I kiss her and I am joyful even without beer.

“That last comment I don’t know,” Tobin said. “I wouldn’t advise anyone to compare his sweetheart to a glass of beer.”

Tobin did emphasize that physical sexuality wasn’t the only focus of these poems:

It is seven days yesterday and I have not seen my  beloved. Affliction has spread throughout me, my limbs have become heavy. I’ve forgotten my own body. Only the name of my beloved can refresh me. The coming and going of messengers is the one thing that can revive my heart. Let her open her eyes and my body will be vigorous... I will embrace her, she vanishes all guilt from me.

These are certainly not the writings of a prudish culture, and add to what we already know about the Egyptians' sex lives from their love of naked belly dancing and the evidence of erotic papyri, which was examined in an enjoyable History Channel programme earlier this year. What's really remarkable about these poems though is that they offer a particularly intimate insight into the lives and loves of the ancient Egyptians on a purely personal level.
(esto último es de heritagekey)




es el EA 50714.
del Britih Museum

fuente: http://xy2.org


figura de la fertilidad de un hombre desnudo
3500 antes de C
Museo Louvre



www.scholarsresource.com
 
 
 
 
 


dibujo del papiro de Turín. Posición Geb -Nut


imagen : www.nature.com
 
 
 
papiro erótic de Turín, no se si ya se ha puesto anteriormente.



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British Museum

Sex on a Flake of Limestone - Ancient Egyptian Cartoon Porn
One of my favoured exhibits of the British Museum,
as it proves that sex, humor and naughty cartoons existed even back then.

3. Sex on a flake of limestone
Limestone, Ramesside Period,
1295-1069 BC
Possibly from Deir el-Medina

The caption in front of the woman
records her speech: "Calm is the desire
of my skin!"

EA 50714

British Museum, London, UK

http://www.flickr.com/photos/doc-click/300448923/
 
 

Statuette of a Nude Girl


To ancient Egyptians, this miniature representation of a nude young girl would have had erotic appeal. Her heavy wig alludes to the Egyptian practice of wearing an elaborate coiffure during sex. The gesture of placing the left hand beneath the breast also had a strong sexual connotation. Although this figure's original function is not clear, the loop on the top of the head implies that it was suspended from a cord.


Medium: Ivory, painted
Place Made: Egypt
Dates: ca. 1390-1353 B.C.E.
Dynasty: XVIII Dynasty
Period: New Kingdom
Dimensions: 3 1/4 x 5/8 in. (8.3 x 1.6 cm)
Collections: Egyptian, Classical, Ancient Near Eastern Art
Museum Location: This item is on view in Egyptian Orientation Gallery, 3rd Floor
Accession Number: 40.126.2
Credit Line: Charles Edwin Wilbour Fund
 
 
 
 
 

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